viernes, 15 de febrero de 2013

Egipto: Movilizaciones se profundizan y debilitan aún más al gobierno de Mursi


Por Simone Ishibashi, LER-QI, Brasil 


Egipto vuelve a ser el escenario de intensas convulsiones sociales que están poniendo en jaque al gobierno de Mohamed Mursi. Desde los enfrentamientos a fines de 2012 – cuando miles de manifestantes se levantaron contra el intento del presidente Mursi de ampliar sus poderes en la nueva Constitución, forzándolo a retirar la medida-, la inestabilidad del gobierno liderado por la Hermandad Musulmana a través del Partido de la Libertad y Justicia aumenta. El año 2013 comienza profundizando la tendencia de crisis política y enfrentamientos en las calles a un ritmo veloz. En el aniversario del segundo año de la caída de Mubarak, el 25 de enero, el país es tomado por manifestantes en Suez, Port Said, Malhalla, y la Plaza Tahrir.

Estas movilizaciones chocan con la policía, transformándose en actos de cuestionamiento al gobierno de Mursi. La tensión social se profundiza cuando es anunciada la condena de 21 personas a pena de muerte por un tumulto en un partido de fútbol ocurrida en Port Said, que terminó con 74 muertos. “Esas sentencias son políticas. Y lo único que provocaron acá en Port Said es rabia, rabia y más rabia”, afirmó el abogado Gergis Greiss, representante de familias de los fallecidos, engrosando las filas de los miles que protestaban, y desafiaron el decreto de estado de emergencia, forzando nuevamente al gobierno a un retroceso.

En el punto represión Mursi está demostrando que no tiene nada que envidiarle a Mubarak. El gobierno egipcio aprobó el día 28 de enero la autorización para la prisión indiscriminada de los manifestantes. Como resultado, las protestas están esparciéndose por varias ciudades. En diversas manifestaciones es entonada la consigna “fuera ya” dirigida contra Mursi. Se contabiliza más de 60 manifestantes muertos, lo que culminó en el pedido de renuncia del ministro de Cultura, Mohamed Saber Arab por su oposición a la violencia policial, y en la exigencia por parte de los manifestantes de la renuncia del ministro del interior, luego de que saliera a luz un video en el que policías atacan violentamente a un hombre desnudo frente al palacio presidencial.

El gobierno en menos de un año de existencia ya impuso medidas antipopulares, como el paquete firmado con el FMI que exigía un aumento de impuestos de productos esenciales agravando la carestía de la vida de la población, además de no haber resuelto ninguna de las demandas democráticas fundamentales, como la sumisión al imperialismo y a Israel, y de haber aprobado una constituyente marcada por una política antidemocrática en relación a las mujeres, y antiobrera denunciada por la Federación de Sindicatos independientes.
Es frente a este telón de fondo que el presidente de Irán, Ahmadinejad, desembarcó en Egipto para participar de una cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica.
Aunque el encuentro sea marcado por verborragias en relación al combate a Israel, el hecho es que eso está lejos de los objetivos de Mursi, que busca alzarse como un negociador regional entre el imperialismo y la región, tal como actuó durante los ataques sionistas a Gaza en 2012. Como continuidad de esta política exterior, lo que busca el presidente egipcio es utilizar el encuentro para realinear a los sectores islámicos en torno a su gobierno, de modo de intentar capitalizarlo en el plano interno. Sin embargo, el proceso comenzado por las masas egipcias se muestra mucho más profundo que maniobras desde arriba. En verdad, el mayor peligro que enfrentan actúa en su interior.

El combate a Mursi debe estar ligado ya al combate al Frente de Salvación Nacional

Los sectores burgueses opositores de Egipto están utilizando las movilizaciones para ampliar su ubicación en el régimen. La oposición burguesa agrupada en el Frente de Salvación Nacional, coalición que engloba a sectores como el Movimiento 6 de Abril, tiene como objetivo dirigir las movilizaciones contra Mursi actuando como un freno para impedir que estas asuman una perspectiva abiertamente revolucionaria. De esta manera, estos sectores ponen sus fuerzas en impedir la confluencia entre la vanguardia de la clase trabajadora y las masas, rechazan las consignas más radicalizadas planteadas por los manifestantes. El portavoz del Frente declaró que la intensión de esta organización no es forzar la caída de Mursi, sino apenas “obligarlo a respetar las reglas del juego” .

Por lo tanto, la política defendida por algunos sectores de la izquierda, como la LIT-PSTU, emerge como un descalabro. En primer lugar, se hace evidente que la caída de Mubarak a pesar de la bravura de las masas, no se trató de una “revolución democrática triunfante” como planteó la LIT-PSTU, simplemente porque ninguna demanda democrática estructural, como la liberación nacional frente al imperialismo, o el reparto de las tierras, fue conquistada. La dinámica en Egipto confirma la validez de la teoría de la revolución permanente elaborada por Trotsky, según la cual se liquida la concepción etapista de la revolución. Esto porque la dinámica de la economía mundial en su fase imperialista hace que las burguesías de los países atrasados o semicoloniales sean incapaces de conducir una revolución que libere a la nación oprimida, ya que están atadas por mil y un lazos al capital imperialista. Por lo tanto, desde su inicio esta debería tener como protagonista a la clase trabajadora, y no a la burguesía, frente al pueblo explotado y la juventud.

La teoría de la revolución permanente y la necesidad de una política clara

Por negar la teoría de la revolución permanente, la LIT-PSTU es incapaz de explicar cómo esta “revolución democrática triunfante” según sus palabras, se habría transformado en un régimen bonapartista de un “nuevo faraón”. Si esto sucedió es porque no fue una revolución democrática triunfante, aunque se haya derribado a Mubarak. Por no tener en el centro a la clase trabajadora, con su vanguardia organizada en un partido marxista revolucionario, este proceso pudo ser desviado por el Ejército, la burguesía local y el imperialismo. Por lo tanto, si no quiere sembrar más confusión en sus propias filas, la LIT-PSTU debería plantear abiertamente el balance equivocado frente a la caída de Mubarak, y rever críticamente su legado definido por la teoría de la revolución democrática, ya que hoy está obligada a rendirse ante los hechos y afirmar que “la esencia del régimen bonapartista, represor y sumiso al imperialismo continúa intacto, pues el régimen fue reformado, (...) pero no destruido, como ocurrió en el caso de Libia” , y afirmar ahora, después de que todos sus pronósticos se mostraron equivocados, que la “revolución es permanente”.

La lógica defendida por la LIT durante la caída de Mubarak, de que el proceso debería tener dos momentos, el primero de “todos contra Mubarak” incluyendo ahí a la burguesía opositora, para solamente después plantearse una política de independencia de clase y consignas anticapitalistas lleva a las movilizaciones a un callejón sin salida. Mediante la movilización a propósito del referéndum por la Constituyente en diciembre de 2012, aparece la LIT-PSTU con una política ecléctica, que si por un lado advierte que las direcciones burguesas no serán consecuentes, por otro no levantan una política efectiva para combatirla. En aquella ocasión, señalaban que: “El combate contra la ofensiva bonapartista se da ahora en las calles y también en el terreno electoral. Por eso, manteniendo la más absoluta independencia de clase, sostenemos que es necesario que las organizaciones sindicales y la izquierda apliquen una política de amplia unidad con todos los sectores, incluso burgueses, que estén dispuestos a enfrentar el régimen y la Constitución que lo consolida” .

Aunque nombren la necesidad de levantar una política de independencia de clase, al no poner la denuncia del papel de las fuerzas opositoras de la burguesía con centralidad por velar por la unidad de acción con ella, dejan a las masas y a los trabajadores desarmados para que una alternativa efectiva de la clase trabajadora surja en este combate. Además, esta definición abre todas las brechas para que la “unidad de acción en las calles” con los burgueses opositores fuese seguida por el “combate también en el terreno electoral”. Como señalamos en otro artículo: “aplicado al caso de la primavera árabe, la teoría de la revolución permanente significa que toda alianza con las direcciones burguesas lleva a la derrota de la revolución, aún en sus tareas democráticas, y que es necesario que la clase trabajadora conquiste su independencia política no solo en relación a la Hermandad Musulmana, como del Frente de Salvación Nacional. A partir de conquistar su independencia, la clase obrera debe avanzar sobre la propiedad capitalista de los medios de producción, y no detenerse en ninguna etapa democrática” . Concretamente esto significaba plantear fuerte y claro que no solo el FSN no podrá llevar el combate hasta el final, sino que actuará en contra de este, como de hecho ya está dándose frente a la radicalización de las movilizaciones.

Partiendo de esto, la clave está en levantar una política que llame a la clase trabajadora a dar un salto en su organización, planteando la necesidad de que esta intervenga en las manifestaciones contra el gobierno como sujeto, y avance hacia la instauración de una huelga general indefinida contra el gobierno de Mursi. A partir de esto sería posible articular milicias populares que puedan organizar la resistencia contra los ataques de las fuerzas armadas, y sobre todo de la policía. Este combate debe completarse con la agitación de la necesidad urgente de la construcción de un partido marxista revolucionario. Solo así se podrá derribar la actual asamblea constituyente que garantiza todos los derechos a la burguesía, e instaurar una que esté efectivamente al servicio de los intereses de los trabajadores, de la juventud y del pueblo, avanzando hacia la constitución de un gobierno obrero, campesino y popular, que libere al país de la dominación imperialista.
 

Brasil: Criminalización de los que luchan en la USP. Criminalización de los que luchan en el país.

Por LER-QI, Brasil

En las últimas semanas varios ataques a los luchadores sociales salieron a luz. Asesinato de Cícero Guedes y Regina dos Santos Pinho, dos trabajadores del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). Amenaza de desalojo por la fuerza policial en el Asentamiento Milton Campos. Suspensiones a los estudiantes y trabajadores de la USP, incluyendo a Diana Assunção de Oliveira, dirigente del Sintusp, en un proceso vergonzosamente inquisitorio marcado por vicios jurídicos y maniobras primarias para “justificar” la política del rector Rodas de perseguir y criminalizar la manifestación política y la lucha estudiantil, de los trabajadores y profesores.

Para ese rector, en acuerdo con el reaccionario gobernador Alckmin y los tucanos del PSDB, se trata de imponer el silencio a la fuerza o disfrazadamente con la ayuda de la “justicia”. Tal como cuando Alckmin justificó la brutal represión a los habitantes del Pinheirinho diciendo que “el Tribunal de Justicia” avalaba la operación miliar “de guerra”. Para esos reaccionarios las cuestiones sociales deben ser resueltas como “cuestión policial” o de “orden público”, demostrando su ideología retrógrada heredera de los tiempos de la “Vieja República” y de Washington Luiz, que trataba las luchas obreras (como la Huelga general de 1917) como “caso policial”.

Los centenares de asesinatos divulgados en los últimos meses, que la propia prensa no pudo esconder que tenían “la mano de policías militares” demuestran que la lucha de los estudiantes de la USP, iniciada el 27 de octubre de 2011, contra la presencia de la PM en el campo universitario, era justa y legítima. Hasta ahora la justicia no juzgó ni castigó a los policías involucrados (comandantes de batallón incluidos) en estos asesinatos. ¿Dónde está el Ministerio Público? ¿Dónde esta la “ley” legítima?

El último día de enero el rector Rodas sancionó suspensiones (entre 5 y 15 días) contra decenas de estudiantes y cuatro trabajadores de la USP con el falso discurso de que estaría siendo “pedagógico” y “dócil” en la dosificación de las penas. Los procesos administrativos fueron una farsa descomunal. Dos comisiones procesantes fueron creadas, una tercera fue necesaria para “dirimir” divergencias de las dos anteriores. El rector, entonces, para hacerse el “buenito” optó por “sanciones blandas” (bajando a la mitad lo que la “tercera” comisión había decidido).

La artimaña del rector buscaba ilusionar al movimiento estudiantil y a los trabajadores para que se desmovilizaran y aceptaran esas sanciones que aparentemente son leves. En lugar de aceptar pasivamente ese ataque del rectorado, el movimiento estudiantil y los luchadores de la USP mostraron alternativas combativas y principistas. Como bien dijo, luego de la divulgación de las suspensiones, la dirigente del Sintusp Diana Assunção de Oliveira: “No vamos a aceptar las sanciones, vamos a desobedecer las suspensiones, yo trabajaré normalmente esos días y los estudiantes también ya están proponiendo frecuentar las clases. ¡Ninguna sanción! Ahora, después de que el día 5 de febrero una promotora aparentemente “tucana” haya denunciado a 72 manifestantes a la justicia criminal por “asociación ilícita”, además de graffiti, daño al patrimonio, fabricación y manipulación de explosivos y desobediencia, queda aún más clara la verdadera “cara” del rector Rodas – persona non grata, por decisión de la Congregación de la Facultad de Derecho de la USP.

De “buenito” no tiene nada. Su objetivo de hacer callar e impedir la lucha estudiantil continua siendo perseguido. Si antes contó con la PM (Policía Militar), el gobernador Alckmin y la policía civil (con sus peritos), lanza mano del “Ministerio Público” para colocar una soga en el cuello de los estudiantes, trabajadores y luchadores de la USP. Los estudiantes que luchan en defensa de la universidad y contra la brutalidad de la policía que más mata en el mundo, para la promotora tucana, Rodas y Alckmin deben ser condenados y presos como “pandilleros”. Parece chiste, pero es muy serio. No se puede bajar la guardia ante enemigos decididos en sus objetivos antipopulares y antidemocráticos. Rodas desea antes de terminar su mandato, dejar asentado en la USP, el impedimento a toda forma de manifestación y expresión. Para eso no mide ni medirá esfuerzos, mentiras y artimañas. Lo más absurdo es que una denuncia de estas ocurra en un país en el que no solamente el corrupto Renan Calheiros está libre sino de regreso a los más altos cargos del Senado Federal.

El movimiento democrático muestra las potencialidades para derrotar a Rodas y a Alckmin

Como no podría ser de otra manera, esa medida que remite a los tiempos de la dictadura repercutió nacionalmente de manera acelerada. En solo dos días, cuando cerrábamos esta edición, ya se habían manifestado sobre el absurdo político y jurídico de esta medida los más diversos sectores. El petitorio por el retiro de todas las denuncias contra estudiantes y trabajadores, lanzado por el DCE de la USP el día 6/2, conquistó 5 mil firmas, siendo una muestra más de la revuelta generalizada en la USP y nacionalmente. Se manifestaron juristas como el profesor de derecho penal de la UFRJ, Carlos Eduardo Japiassu, la profesora de derecho y proceso penal de la UNB, Beatriz Vargas, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Orden de los Abogados de Brasil, Martim de Almeida Sampaio, el Juez de Trabajo y profesor de la USP, Jorge Luiz Souto Maior, entre otros. El Diputado estadual por el PSOL, Carlos Giannazi. Docentes de la USP como João Adolfo Hansen, Adrián Pablo Fanjul, Luiz Renato Martins, Otilia Arantes, Paulo Eduardo Arantes, Henrique Carneiro, Franklin Leopoldo e Silva, Zilda Iokoi, Osvaldo Coggiola, entre otros. Entidades estudiantiles como la UNE, la UEE-SP, la ANEL-SP, y diversos centros de estudiantes de la USP y de todo el país. Entidades sindicales como el Andes – Sindicato Nacional de los Docentes Universitarios, Conlutas, Apropuc, entre otras. Organizaciones políticas como la LER-QI, el PCdoB, Consulta Popular, PCO, entre otras. Organizaciones juveniles como Levante Popular da Juventude, União da Juventude Socialista, Juntos, Rompendo Amarras, Para Além dos Muros, Universidade em Movimento, Território Livre, entre otras.

Se trata de una demostración contundente de que este movimiento solo está comenzando, tiende a crecer y tiene todas las condiciones para barrer este ataque histórico que intentan perpetrar contra los estudiantes y trabajadores de la USP, con el fin de disciplinar al movimiento estudiantil de la USP y nacionalmente, así como callar al Sintusp, un sindicato combativo ejemplar que viene siendo sistemáticamente atacado por el tucanato y sus agentes dentro de la universidad, siendo el caso más emblemático el despido inconstitucional de Claudionor Brandão (que fue anulado – la decisión de 1ª instancia – hace pocos días por el TRT y determina que la jueza responda cuestiones sobre las que se omitió) pero que es solamente uno de los varios dirigentes del Sintusp procesados ya que el fundador del Sintusp, Magno de Carvalho y miembros de su colectivo que dirige mayoritariamente el sindicato son también criminalizados.

Desde la LER-QI que en todo el último período venimos colocando todos nuestros esfuerzos en la lucha contra la represión, seguimos y seguiremos, junto a los estudiantes independientes de la Juventude às Ruas, colocando todas nuestras fuerzas para lograr que este movimiento democrático se amplíe, masifique y triunfe.

Por una gran campaña nacional contra la criminalización de los movimientos sociales

Es fundamental la claridad sobre qué programa es necesario impulsar frente a esa situación. La primera cuestión es que no podemos aceptar ningún tipo de castigo. ¡Ninguna suspensión sancionada en los procesos administrativos internos, inquisidores, ilegales, en la USP! No aceptaremos ninguna denuncia del MP ni de asociación ilícita, ni ninguna otra. Somos luchadores estudiantiles, obreros, populares y sociales, no criminales. Criminales son los capitalistas, su policía y sus políticos que destruyen la administración pública, son responsables por las catástrofes como vimos en el boliche de Santa María y vemos en todas las calamidades públicas, con la corrupción y el nepotismo al servicio de los negocios de las empresas. ¡Retiro inmediato de todos los procesos administrativos y criminales de Rodas contra los estudiantes y trabajadores de la USP! Es necesario un movimiento lo suficientemente fuerte para derrotar estos ataques y para avanzar en la lucha por la reincorporación de Claudionor Brandão y de todos los estudiantes expulsados, eliminados o suspendidos. Es necesario masificar la lucha contra la represión en la USP, organizando un amplio frente único para que la campaña llegue a las decenas de miles que componen la comunidad universitaria. Pero es fundamental la unificación con los otros movimientos sociales fuera de la USP en una gran campaña nacional contra la represión y la criminalización de los luchadores sociales que vienen siendo brutalmente atacados como el MST; que tuvo recientemente dos militantes asesinados y es la principal víctima de la impunidad en el campo. Una investigación hecha por la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) en 2011 señala que solo el 8% de los casos de asesinatos ocurridos desde 1985 en conflictos agrarios, fueron juzgados por lo menos en primera instancia hasta abril de aquel año.

Unifiquemos con los que luchan por vivienda y también vienen siendo brutalmente reprimidos, como sucedió en Pinheirinho y permanentemente contra el MTST. Con los trabajadores de las obras del PAC, perseguidos, procesados y despedidos por luchas (como vimos en Jirau y Monte Belo). Llamamos también a la unidad con todos los sectores reprimidos del movimiento sindical, como el compañero Messias, bancario de la Caixa Económica Federal (CEF), histórico luchador del sector que acaba de ser condenado por la dirección de CEF en un proceso administrativo, a despido por “justa causa” en una clara persecución política del gobierno petista. Uniendo fuerzas podremos impulsar una gran campaña, archivar los procesos contra los luchadores de la USP, impedir que los que luchan – y sus métodos, como las ocupaciones y piquetes – sean criminalizados, conquistando la suspensión de las sanciones, la reincorporación de los despedidos y avanzar en la lucha contra la represión a los luchadores.

Esta es una tarea de toda la izquierda, de la vanguardia clasista, combativa y revolucionaria. La crisis capitalista mundial y los ataques patronales y gubernamentales – como ya podemos ver en la GM (General Motors) – muestran que si no luchamos ahora contra los ataques al derecho democrático de expresión, manifestación y organización estaremos en peores condiciones para enfrentar la ofensiva patronal y de los gobiernos capitalitas, federal, estadual y municipal, que harán de todo para que la crisis capitalista sea pagada con el sacrifico de los trabajadores y de sus familias

¡Manos a la obra! Llamamos a la izquierda a que asuma sus posiciones para que tengamos las fuerzas para exigir e imponer a la burocracia sindical (CUT, Força Sindical, CTB, UTG, CGT etc.) que dejen de pactar con la patronal y los gobiernos y coloquen las organizaciones sindicales, estudiantiles y populares al servicio de la lucha contra la explotación y la opresión capitalista.