lunes, 22 de noviembre de 2010

La hipocresía del gobierno ante un desastre de alcance nacional


Por David L. Torres
Los destrozos materiales y las pérdidas humanas que dejaron las lluvias producto del paso de la “tormenta tropical Tomas” sobre Costa Rica están  lejos de disiparse: junto con las decenas de muertos y desaparecidos, miles de familias han perdido sus viviendas y cientos se encuentran completamente incomunicados y aislados, al punto que muchos sitios aún no han recibido ayuda básica. De aquí  que muchas personas han tenido que desplazarse y abandonar sus hogares desolados para intentar encontrar una casa en otro sitio o en la mayoría de casos ir a parar a albergues que solo les ofrecen perspectivas inciertas para recuperar sus mínimas condiciones de subsistencia; con creciente riesgo de epidemias de diarrea e incluso cólera, lo que puede potenciarse fácilmente al estar decenas de miles de personas sin acceso a agua potable y en grandes concentraciones.
Según las últimas informaciones el 25% de las carreteras del país fueron destruidas, además, cientos de puentes quedaron colapsados; ante lo que el ministro de Transportes se limitó a  anunciar que  “la “reconstrucción” tardará semanas e incluso meses”[1].
En medio de este desastre, del que por supuesto las víctimas son trabajadores y gente pobre,  la solidaridad ha comenzado a expresarse por medio de numerosas colectas y envío de ayuda material, pero esta ayuda, aunque necesaria; solo da respuesta parcial a la situación coyuntural de los afectados, no resolviendo a pesar de su buena intención, las condiciones estructurales de vida de la población afectada.
Una tragedia no solo natural
Las palabras del ministro de transportes, son un ejemplo de cómo el gobierno, haciendo un repugnante uso político de este desastre, pretende tapar y ocultar su responsabilidad ante las consecuencias tratando de hacer ver que todo lo ocurrido es por causas naturales de carácter inevitable.
No sólo la infraestructura vial del país ha venido deteriorándose crecientemente en los últimos años y meses ante la falta de inversión,  los desvíos de dinero, y las rentables (para los empresarios y funcionarios implicados) concesiones como la autopista a Caldera; sino que sobre todo, no ha existido ningún tipo de planificación y previsión en los hechos por parte de este y los anteriores gobiernos en lo que respecta a la reubicación de poblaciones que cada año están en mayor riesgo  de perderlo todo, mientras que enormes extensiones de terrenos y propiedades están ociosas y en manos de grandes empresarios urbanos, del agro y ganaderos.
Lamentablemente las muertes en Escazú son una clara muestra, siendo que incluso desde el año 2002 un estudio geológico demostraba los enormes riesgos por deslizamientos que corrían los pobladores del lugar, sin que se tomara nunca algún tipo de medida al respecto.
Parrita, donde la historia de cada año se repitió aún peor esta vez, recuerda que desde hace años que el dique del lugar -que evitaría las inundaciones-, ha quedado siempre a medio construir por el desvío de los recursos necesarios tal como sucede cotidianamente en el resto del país.
En lugar de ayuda el gobierno reparte politiquería en medio del sufrimiento
Al tiempo que las penurias continúan, se intensifica la campaña por las elecciones de alcaldes en todo el país, con el consecuente gasto a manos llenas de recursos para la campaña.
El intento de Laura Chinchilla de mostrar un rostro humanitario para hacerse imagen,  se contradice con los ¢1000 millones que espera gastar el PLN en la campaña de estas semanas y los ¢4000 millones que dispone el Tribunal Supremo de Elecciones para adelantar dinero y reintegrar gastos de esta campaña política a los partidos de los empresarios[2] en lugar de destinarlo a los afectados, mientras los trabajadores asumen el grueso de la ayuda y las donaciones.
Mientras las calles se llenan de anuncios que muestran caras de candidatos, el gobierno ha anunciado que girará miles de millones de colones (la mayor parte aún en discusión parlamentaria y sustentados en préstamos), y le ha pedido incluso a las instituciones autónomas que trasladen sus ganancias al fondo de emergencia, intentando hacer ahora lo que nunca hizo.
Esto no puede más que traer el recuerdo de la gestión de Arias, y el papel de la Comisión Nacional de Emergencias durante el terremoto de Cinchona, donde el dinero nunca llegó y la ayuda humanitaria fue utilizada en clientelismo político por parte del PLN para las elecciones presidenciales de febrero; con graves casos de caudillos barriales del partido especulando con los víveres recaudados.
Ante el sufrimiento de las miles de familias afectadas urge una solución, y la mejor forma de lograrla es que los grupos empresariales  del tipo de Walmart, Kimberly Clarck, Dos Pinos y otras de su tipo – que obtienen sus mercancías con la explotación de miles de trabajadores de la ciudad y el campo-  vuelquen sus ganancias e inventarios de productos a dar respuesta a la situación. De igual forma, los grandes monopolios de materiales de la construcción, deben ser puestos al servicio de la construcción de miles de viviendas para los trabajadores, en zonas donde no existan riesgos de deslizamientos e inundaciones.
La única garantía de que toda la ayuda humanitaria y los fondos recolectados lleguen a los afectados es que sean los trabajadores quienes gestionen la entrega de los mismos y frenen la típica orgía de recursos que en situaciones como estas, realizan los gobiernos de turno así como sus caudillos barriales.
La magnitud de la destrucción dejada a su paso por la “Tormenta tropical Thomas”, no hace sino poner al rojo vivo la necesidad no solo de una profunda revolución agraria que le de tierra a todos las personas que no tienen terrenos y que por eso se ven obligados a vivir sobre el caudal de los ríos; sino que pone hoy más que nunca al descubierto la necesidad de una profunda reforma urbana en cuanto al tema de la vivienda, que le de casa a todos los que la necesiten, y bajo condiciones óptimas de planificación y seguridad.


[1] “Temporal destruyó el 25% de las carreteras asfaltadas del país”, La Nación, 9 noviembre de 2010.
[2]“Partidos financian campaña de alcaldes con cuentagotas”, La Nación, 31 de octubre de 2010.
Esto sin contar los ¢17,000 millones que repartió el TSE hace escasos meses entre todos los partidos participantes de las elecciones presidenciales.

viernes, 19 de noviembre de 2010

América Latina Cuba: “Lineamientos” de ataque contra la economía nacionalizada y los trabajadores


por : Eduardo Molina
Jueves 18 de noviembre de 2010

La dirección cubana convocó al Congreso del Partido Comunista por primera vez en 13 años. Seguiremos este importante proceso político en una serie de notas en próximos números de LVO.

El objetivo central del Congreso es aprobar el “Proyecto de Lineamientos de Política Económica y Social”, que propone profundizar el plan económico que el gobierno de Raúl Castro viene aplicando, mediante nuevas reformas y duros ajustes.

El impacto de la crisis capitalista internacional, agravado por el bloqueo norteamericano, está golpeando severamente a la economía cubana, pero la respuesta de La Habana -expresada en los Lineamientos- profundiza un rumbo estratégico que amenaza las bases de la economía nacionalizada, entraña graves ataques a los trabajadores y sus conquistas y acerca aún más a Cuba al borde del despeñadero de la restauración capitalista aunque en una estrategia “gradualista” y manteniendo el poder político en manos de la burocracia “comunista” como en China o Vietnam.

Raúl se ha preocupado por poner un límite: “No hay reforma, es una actualización del modelo económico. Nadie piense que vamos a ceder la propiedad, la vamos a administrar de otra forma” (Gramma 15/11/2010). Pero no es casual que diversos medios burgueses, incluidos voceros de Washington, saluden las propuestas del documento aunque el imperialismo presiona por una apertura económica y política amplias que favorezcan una acelerada restauración y semicolonización de la Isla.

Los “Lineamientos…”

El texto presenta un programa de conjunto a ser aplicado durante los próximos 5 años. En un primer y rápido análisis de algunos ejes centrales se destaca que:

Promueve mayores concesiones a la inversión extranjera, creando Zonas Especiales de Desarrollo y garantizando el pago de la deuda externa. Aunque mantiene el control de cambio, debilita aún más el control del comercio exterior, dejando amplios márgenes para que cada empresa efectúe sus operaciones, con lo que la economía cubana queda más expuesta a las presiones del mercado capitalista internacional.

Se impulsa un cambio en la gestión de las empresas y servicios estatales en función de la eficiencia y rentabilidad individual, otorgando a las gerencias más autonomía y diluyendo aún más el plan, se habilita la posibilidad de quebrar y liquidar toda empresa ineficiente.

Amplia los espacios para la iniciativa de particulares, contemplándose la existencia de empresas mixtas, además de la extensión de las cooperativas, especialmente en el sector agropecuario y diferentes formas de trabajo por cuenta propia que si bien no constituyen un sector propiamente burgués, sino un sector de “pequeña producción mercantil simple”(y reservorio del desempleo), al debilitarse al sector nacionalizado, no haber un programa integrado de industrialización estatal y no poder pesar la clase obrera para articular a estas capas en la economía de transición, tenderá a servir de base social y caldo de cultivo para las fuerzas más abiertamente restauracionistas.

Entraña ataques inéditos a la clase trabajadora como el despido de más de 500.000 empleados estatales en una primera etapa (desplazados al “cuentapropismo”) y el recorte de viejas conquistas para imponer mayor productividad y disciplina laboral. Es decir, que el grueso del esfuerzo por enfrentar la crisis se impondrá a los trabajadores. Todo esto, bajo una campaña contra el “igualitarismo”, la “indisciplina” laboral, etc., que es funcional a “reeducar” a la clase obrera para aceptar condiciones de “mercado de trabajo” que habían sido erradicadas hace medio siglo por la revolución.

Los privilegios de la burocracia no se tocan

El documento ni habla de la responsabilidad en la crisis que tiene la desastrosa gestión de la burocracia, que por un lado siembra desorganización y despilfarro en la economía nacionalizada y por otro acumula privilegios y estrecha lazos con las nuevas capas acomodadas que medran en los espacios “de mercado”, el turismo y los acuerdos con inversores extranjeros; en contraste con el pobre nivel de vida de los trabajadores y campesinos.

Esa capa social parasitaria utiliza el monopolio del poder político del PCC y el ahogo de toda actividad sindical y política independiente de las masas, y constituye el mayor peligro interno para la revolución, con sectores que ya se preparan para convertirse en una nueva burguesía, en particular sectores de la cúpula de las FAR que dirigen las empresas estatales fundamentales para la economía y muchas de las asociaciones con el capital extranjero.

Los “Lineamientos” no se dirigen a la clase trabajadora y los campesinos cubanos salvo en alguna frase retórica, derivando en ellos, cínicamente, la responsabilidad por la baja productividad y la acusación de “igualitarismo”, cuando lo que provoca desmoralización y desencanto en las masas, es precisamente la escandalosa desigualdad, la corrupción y los privilegios de los estratos dirigentes.

Un proceso burocrático

Aunque Gramma declara que “en este proceso quien decide es el pueblo” presentando como si se abriera una discusión democrática de masas en Cuba, lo cierto es que la burocracia mantendrá un férreo control, y como ya se mostró en el Primer seminario de altos dirigentes, su objetivo es alinear a los estratos dirigentes del Partido, del Estado y de las organizaciones de masas (CTC en primer lugar), para “bajar” el Plan a las bases sin posibilidad de una verdadera discusión que incluya otros planes alternativos.

El liderazgo de Raúl es menos popular que el que ejerciera Fidel, y las disputas entre las distintas alas de la burocracia provocan frecuentes “crujidos”; el Congreso busca lograr un consenso ante sectores recelosos de la burocracia y “legitimar” el plan ante el eventual descontento o resistencia entre sectores de masas.

Posteriormente se haría una Conferencia que discutirá otros problemas cruciales, como la composición de la dirección y la implementación en detalle del plan adoptado.

El secante control del aparato del PCC impide la formación de tendencias dentro del partido, sanciona rápidamente a cualquier crítico que se “extralimite”, y reprime y ahoga cualquier espacio de vida política independiente; mientras la dirección negocia con la Iglesia “el partido católico de la contrarrevolución- y le permite funcionar en locales, celebrar seminarios y prepararse para ser laoposición reconocida”.

Que los trabajadores puedan discutir y decidir realmente sobre los grandes problemas nacionales, el rumbo adoptado por la dirección y la vida política del país es incompatible con el régimen de partido único.

Un programa obrero y socialista contra el programa del VIº Congreso

Ni justificar los Lineamientos como hace la izquierda que apoya a la dirección castrista (“progresistas”, populistas y viejos stalinistas), encubriendo bajo la retórica de “defensa del socialismo” el contenido de las medidas; ni denunciarlo como un simple “ajuste neoliberal” como hace otro sector de izquierda (como el PSTU brasileño/LIT) que al considerar que Cuba ya es capitalista y abandonar la caracterización marxista de Estado Obrero Deformado (sometido a un proceso de descomposición desde el período especial), cierra los ojos a la necesidad de defender lo que queda en pie de las conquistas estructurales de la revolución. Es preciso alertar sobre el verdadero carácter del plan y rechazarlo porque socava las conquistas de la revolución como la economía nacionalizada y afecta a los intereses de los trabajadores, oponiéndole un programa obrero y socialista.

Los trabajadores deben tener plenos derechos de reunión, expresión y organización sindical, incluyendo el derecho de huelga y a formar nuevos sindicatos independientes de la tutela del Estado y del PCC, así como el establecimiento de un genuino control obrero colectivo en todos los aspectos de la producción y la vida económica, para poder enfrentar el ataque a las condiciones de vida y empleo y combatir la corrupción y otros males que brotan de la conducción burocrática.

Son puntos fundamentales la defensa de la centralización estatal de los medios de producción como condición para enfrentar la restauración capitalista y planificar democráticamente la economía, la reintroducción del monopolio estatal del comercio exterior, la liquidación los privilegios de la casta burocrática y la revisión de las medidas y concesiones “de mercado” implementadas desde elperíodo especia y bajo el gobierno de Raúl, manteniendo sólo aquellas compatibles con el fortalecimiento estratégico de la economía de transición, para sanear y restablecer ésta en función de los intereses de los trabajadores.

La continuidad del régimen burocrático de partido únic lleva al desastre, ahoga toda posibilidad de vida política crítica entre las masas y da lugar a la demagogia imperialista y clerical de la “apertura política” y la “democracia” burguesa. La defensa consecuente de Cuba contra el imperialismo y el curso restauracionista de la burocracia sólo puede hacerse en la perspectiva de una revolución política que acabe con el dominio burocrático e instaure un régimen obrero revolucionario basado en consejos de trabajadores, campesinos y soldados, con plena legalidad para los partidos que defiendan las conquistas de la revolución y se reivindiquen anticapitalistas.

Luchamos contra el criminal bloqueo y las cínicas presiones de la Unión Europea y EE.UU. En el marco del aislamiento impuesto por este chantaje imperialista, defendemos el pleno derecho de Cuba a establecer relaciones económicas y diplomáticas que le sean beneficiosas con países como Venezuela o Brasil. Sin embargo, la política del régimen de apoyar y generar ilusiones en gobiernos como el de Chávez y otros gobiernos nacionalistas o progresistas burgueses va en contra de la necesidad de que Cuba sea un punto de apoyo para la movilización obrera y de masas en toda la región, que pueda abrir el camino a la derrota del imperialismo y las clases dominantes locales y la construcción de una Federación de Repúblicas Socialistas de América Latina.

El futuro de la revolución cubana está en juego. Ayudar desde un programa claro al reagrupamiento de la vanguardia contra los ataques y maniobras del imperialismo, como contra la burocracia y su curso crecientemente restauracionista, es una tarea a la que deben contribuir las fuerzas que se reclaman obreras y socialistas en Latinoamérica y el mundo.

"Perlas" del documento del PCC

Mayores concesiones al capital extranjero:

65. “estricto cumplimiento de los compromisos contraídos” y la deuda externa.

89. “Continuar propiciando la participación del capital extranjero, como complemento del esfuerzo inversionista nacional, en aquellas actividades que sean de interés del país”

96. “Promover la creación de Zonas Especiales de Desarrollo” en las que se prevé construir marinas, campos de golf y condominios de lujo para atraer turistas de mayor poder adquisitivo.

Se socava la planificación y se amplían los mecanismos de mercado

5. “la Planificación abarcará no sólo el sistema empresarial estatal y las empresas cubanas de capital mixto, sino que regulará también las formas no estatales” se asignará mayor autonomía a las empresas mediante un “proceso de separación de las funciones estatales y empresariales” lo que llevaría a someter a las empresas estatales a la “autodisciplina” de la rentabilidad y competitividad individuales.

16. “Las empresas estatales que muestren sostenidamente en sus balances financieros pérdidas (…) serán sometidas a un proceso de liquidación” es decir de quiebra sino son rentables en términos individuales.

18. “Las empresas… podrán crear fondos para el desarrollo, las inversiones y la estimulación a los trabajadores.”

Se amplía el sector cuentapropista, cooperativista y privado.

158. Amplía “el ejercicio del trabajo por cuenta propia”, habilitándose el acceso a unos 178 rubros según anteriores anuncios gubernamentales.

169. Se independizarán “las distintas formas de cooperativas de la intermediación de las empresas estatales, e introducir de forma gradual las cooperativas integrales de servicios en la actividad agroindustrial a escala local”.

Productividad y ajuste a costa de los trabajadores

Se plantea “eliminar “plantillas infladas” en todas las esferas de la economía y producir una reestructuración del empleo, incluidas fórmulas no estatales” (…) “Incrementar la productividad del trabajo, elevar la disciplina y el nivel de motivación del salario y los estímulos, eliminando el igualitarismo en los mecanismos de distribución y redistribución del ingreso. Como parte de este proceso, será necesario suprimir gratuidades indebidas y subsidios personales excesivos.”

164. Habiéndose comenzado ya a eliminar comedores obreros, donde “resulten imprescindibles” se asegurará “el cobro de sus servicios a precios no subsidiados”.

162. Habla de “una eliminación ordenada” de la libreta de abastecimiento, supresión que afectará a los sectores más pobres y está en conexión con la disminución de gastos sociales, la supresión de subsidios, el alza de tarifas, restricciones en el acceso al estudio universitario, mayor control en el sistema médico, etc.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Francia: 8va. jornada de movilización contra la reforma jubilatoria, nueva etapa de la lucha

Tensión fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica


por : Bryan Brenes , LRS, Costa Rica
Jueves 4 de noviembre de 2010


En las últimas semanas se ha venido gestando un conflicto limítrofe en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, cuyo límite natural es el Río San Juan. El gobierno costarricense, aprovechando las operaciones de dragado del Río por Nicaragua ha desarrollado un importante dispositivo mediático-policial con el fin de resucitar un sentimiento de nacionalismo entre la población en contra de Nicaragua, en medio de numerosos problemas nacionales que no dejan de acosar a la nueva presidenta. Al mismo tiempo el gobierno nicaragüense ha respondido en la misma línea retórica de nacionalismo, reclamando el derecho absoluto sobre el río San Juan “de los nicaragüenses”. La escalada de tensiones ha involucrado la movilización de tropas nicaragüenses así como policías costarricenses armados con equipo de guerra a la frontera entre ambos países, llegando al punto la situación de que la Organización de Estados Americanos (OEA), ha comenzado a discutir sobre el conflicto impulsado por las burguesías de ambos países.

La victimización de la burguesía costarricense busca legitimar su creciente derechización y la penetración de las tropas yanquis en el país y la región

Todo el discurso de René Castro -el Canciller de Relaciones Exteriores costarricense-, así como del aparato diplomático costarricense busca dar la imagen de una Costa Rica invadida por los “belicistas” nicaragüenses al norte del Río San Juan. Desde hace décadas, cada tanto resurge la cuestión de los límites en torno al río generando fuertes tensiones entre ambos países.

Luego del dragado del río se han hecho pasar por víctimas, reiterando una y otra vez que Costa Rica es un país sin ejército, donde “no hay una sola nave artillada… o un solo helicóptero artillado”, es decir un país prácticamente librado a su propia suerte frente a un país bélico y “amante de la violencia” como Nicaragua. Esta por lo menos es la imagen que desde los medios de comunicación hasta el aparato institucional de la burguesía se extiende hacia amplias masas del pueblo costarricense.

Por supuesto esta situación señalada no solo por Castro, sino por la propia presidenta Chinchilla no obedece a la realidad, ya que al mismo tiempo en que se victimizan, vienen penetrando más de 7 mil soldados del Ejército de Estados Unidos al país, acompañados de más de 46 barcos de guerra y 200 helicópteros fuertemente armados para el combate. Aún si estos burgueses hipócritas de Costa Rica quisieran dar a entender que la policía nacional está mal equipada y entrenada la afirmación sería falsa, pues la policía costarricense está fuertemente equipada con armamento proveniente de países como EE.UU e Israel, a la cabeza en armamento y tecnología militar a nivel mundial. Pero esto no es todo, los propios policías costarricenses son entrenados por “boinas verdes” norteamericanos en la Isla Murciélagos, cerca de la frontera con Nicaragua; y en las últimas semanas, la primera mujer presidenta selló un pacto de colaboración para que el gobierno de Colombia (que viene de suscribir importantes acuerdos con el imperialismo norteamericano) capacite efectivos costarricenses.

Todo parece señalar que, por lo menos del lado costarricense, las tensiones están destinadas a justificar la creciente militarización que vive Costa Rica, impulsada desde la Casa Blanca por el gobierno de los EE.UU., que de manera ofensiva puja por una política más agresiva de dominio sobre toda la región de Centroamérica y el Caribe.

El gobierno de Daniel Ortega, convirtiendo en “causa nacional” el dragado y control del río para recuperar fuerzas

Por otra parte, el gobierno de Managua no se ha quedado atrás en los desplantes belicistas. Han movilizado a decenas de soldados a lo largo de la frontera, con la justificación de “luchar contra el narcotráfico” y garantizar la agilidad en las operaciones de limpieza del principal afluente que sirve como límite a los dos países. Decenas de soldados, con las caras pintadas y con ametralladoras AK-47 se han apostado en los márgenes del río, intentando dar una imagen de imponencia y firmeza para defender la “soberanía”.

La realidad sin embargo es que después de casi cuatro años de gobierno de Ortega, se han ido desgastando las ilusiones populares en su gestión al punto de que su popularidad es una de las más bajas de la región [1]. Esto no solo se explica por la corrupción y robo a manos llenas que prevalece en la administración del Estado nicaragüense, sino porque a pesar de cierta retórica nacionalista y de ser parte del ALBA, el FLSN mantiene la subordinación del país a los “inversores” transnacionales y los acuerdos entreguistas con Estados Unidos y la Unión Europea.

Pero las intenciones del “progresista” gobierno nicaragüense son claras: unir detrás del gran empresariado y sus distintos partidos patronales a las masas explotadas de Nicaragua bajo el sentimiento de “Unidad Nacional”, posiblemente con el fin de garantizar un mayor margen de maniobra para el FSLN frente a los demás partidos burgueses, así como asegurar una posible reelección presidencial para Daniel Ortega. Es partiendo de esta situación como se explica la unidad de la mayoría de bancadas del Parlamento de Nicaragua, que en busca de dar un mensaje de “unidad”, sesionarían en el propio Río San Juan como mensaje a las masas de ese país.

Primeras conclusiones de un conflicto artificial

Aunque las tensiones no acaban de definir un escenario político entre ambas naciones, y ambos gobiernos recurren a la OEA y a la Corte Internacional de La Haya para llevar el diferendo, lo que es evidente es que el gobierno costarricense ha utilizado la movilización de tropas nicaragüenses y el propio dragado del río para distraer de problemas internos que venían cuestionando agudamente al gobierno de Laura Chinchilla, como por ejemplo la minería a cielo abierto o la construcción de la autopista San José- Puerto Caldera, que pusieron al descubierto graves casos de corrupción. Y es que a pesar de que en un inicio el gobierno de Chinchilla utilizó las tensiones con Nicaragua de forma defensiva para encubrir graves problemas internos, pareciera que ahora buscan redireccionar el conflicto hacia una legitimación de una mayor militarización en Costa Rica, tanto por su “mala capacitación” como por su “falta de armamento”. Esta situación se refleja de la mejor forma cuando René Castro invoca no solo la intervención de la OEA por medio de una misión a Nicaragua, sino al propio TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca), hegemonizado por el imperialismo norteamericano y su ejército.

Desde la perspectiva de la burguesía nicaragüense, es obvio que viene aprovechando para convertir en “causa nacional” el dragado del río San Juan, sobre la base de un proyecto que solo beneficiará económicamente a los empresarios y la clase dominante Nicaragüense.

Contra el nacionalismo reaccionario a ambos lados de la frontera: por la unidad de la clase obrera y el pueblo pobre de Costa Rica y Nicaragua contra sus respectivos gobiernos

El nacionalismo despertado en ambos países en las últimas semanas no tiene ningún elemento progresivo sino todo lo contrario, es una política conciente de las burguesías de ambos países para mantener dividido y enfrentado al proletariado tanto costarricense como nicaragüense mientras se subordinan al capital extranjero y el imperialismo. En Costa Rica ese nacionalismo, se ha combinado con la xenofobia más brutal, aprovechando para esto la clase dominante del país, el hecho de que la fuerza de trabajo inmigrante más numerosa es precisamente la nicaragüense.

Al mismo tiempo, la burguesía nicaragüense ha hecho su despliegue, señalando con odio a “los costarricenses” como culpables del conflicto, sin siquiera preocuparse por diferenciar entre el gobierno burgués de este país y el pueblo trabajador.

Desde luego ni los trabajadores costarricenses ni los nicaragüenses obtendrán algún beneficio en medio de estas tensiones. Las organizaciones obreras y populares de ambos países deben rechazar la campaña chauvinista de sus respectivos gobiernos y no dejarse llevar por los intentos de inflamar un conflicto entre pueblos hermanos, explotados por el mismo enemigo imperialista.

La salida de fondo solo puede darse en la unidad de trabajadores de Costa Rica y Nicaragua, en el marco de luchar por expulsar al imperialismo y derribar las fronteras artificiales que nos dividen en el marco de crear los Estados Unidos de Centroamérica, como parte de la tarea histórica de construir un Federación de Repúblicas Socialistas de toda América Latina.

[1] Uribe y Ortega en extremos de popularidad. El Nuevo Diario. Nicaragua. 24 de abril de 2008.

COMUNICADO DE LA LRS FRENTE AL DESASTRE DE LAS INUNDACIONES

Las fuertes lluvias de los últimos días han dejado un rastro de sufrimiento para cientos de familias de todo el país, que conmueven al grueso del pueblo pobre y trabajador costarricense. Desde la LRS compartimos este sentimiento y nos solidarizamos con los familiares de las decenas de muertos y desaparecidos, y los damnificados. A esta tragedia humana se suman las pérdidas materiales como la destrucción de viviendas, puentes y carreteras, que tiene hoy a miles de personas en albergues y completamente aislados, y a buena parte del país paralizada.

Ante esta lamentable situación creemos que el desastre ocurrido no es solamente natural y consecuencia de una tormenta tropical; sino que es en buena medida consecuencia de la mala planificación en la distribución de las tierras para edificaciones a nivel nacional, la falta de inversiones en infraestructura (puentes, diques, etc) y el constante y millonario desvío de recursos por parte de los últimos gobiernos; que evaporaron los recursos que debían servir para viviendas en gastos innecesarios.

En este marco resaltamos la solidaridad mostrada a nivel nacional por miles de familias trabajadoras y del pueblo pobre, a través de la ayuda material, tan necesaria  en momentos como este. Pero llamamos la atención de que el gobierno de Chinchilla, más allá de su pose "filantrópica" no plantea ninguna solucion de fondo para solucionar los problemas de las centenas y los miles de damnificados.

Al mismo tiempo que apoyamos la colecta de víveres y ayuda material, creemos que la mejor garantía para que las familias afectadas tengan cubiertas sus necesidades más elementales es que las grandes corporaciones instaladas en el país como por ejemplo Walmart, Coca Cola, Dos Pinos, etc... sean puestas al servicio de suplir las necesidades de los damnificados; de igual forma en el caso de las empresas constructoras y distribuidoras de suministros y materiales de construcción, lo que permitiría avanzar en la reconstrucción de viviendas, carreteras y demás infraestructura necesaria. Todo lo anterior, lo planteamos a la vez que sentimos necesario establecer coordinadoras obreras para administrar la ayuda material, integrada por las organizaciones obreras y populares, y garantizar así que verdaderamente la ayuda llegue a los afectados.

Liga de la Revolución Socialista

Elecciones en Estados Unidos: Derrota de Obama en las legislativas


por : Celeste Murillo
Jueves 4 de noviembre de 2010

El importante triunfo republicano muestra, más que la fortaleza de este partido, un gran revés político para el gobierno de Barack Obama. La Casa Blanca esperaba el “voto castigo” de la población, que sufre las consecuencias de la crisis económica más importante desde la recesión de 1930. Los republicanos tienen ahora la mayoría de la Cámara de representantes, que era controlada por los demócratas desde las elecciones de medio término (ver recuadro) de 2006, después de 12 años de mayoría republicana. A pesar de no haber llegado a su objetivo de controlar también el Senado, estas elecciones dejan un parlamento más conservador para la segunda parte del mandato de Obama.

El importante triunfo republicano muestra, más que la fortaleza de este partido, un gran revés político para el gobierno de Barack Obama. La Casa Blanca esperaba el “voto castigo” de la población, que sufre las consecuencias de la crisis económica más importante desde la recesión de 1930. Los republicanos tienen ahora la mayoría de la Cámara de representantes, que era controlada por los demócratas desde las elecciones de medio término (ver recuadro) de 2006, después de 12 años de mayoría republicana. A pesar de no haber llegado a su objetivo de controlar también el Senado, estas elecciones dejan un parlamento más conservador para la segunda parte del mandato de Obama.

El día después

Aunque muchas elecciones de medio término suelen cambiar el signo político del parlamento hacia la oposición al gobierno de turno, son muchos los que consideran que la Casa Blanca y el propio Obama deben tomar esta elección como un llamado de atención sobre el estado de ánimo de la gente. Cuando todavía no pasaron dos años desde la victoria de Obama en 2008, su política frente a la peor crisis económica y una desocupación que no puede alejarse del 10% oficial han erosionado rápidamente el capital político del presidente.

Aunque Obama llamó hasta último momento a votar contra “las políticas que provocaron la crisis”, una gran porción de la población (el 51% según una encuesta preelectoral del diario New York Times) no apoya la política del gobierno y opina que no ha sabido manejar la crisis.

El escandaloso y multimillonario rescate de Wall Street desató el enojo y la decepción en amplios sectores –incluso los que habían votado a Obama-. Millones perdieron su trabajo y su casa mientras el gobierno salvaba grandes empresas como General Motors, que a cambio impuso peores condiciones laborales y salarios a sus trabajadores y de las demás automotrices (con la inestimable ayuda de la burocracia sindical).
En un panorama económico incierto para las mayorías obreras y populares enormemente endeudadas, los sectores más reaccionarios de la derecha republicana comenzaron a avivar los peores fantasmas, apuntaron contra el gasto social como responsable del déficit y culparon por la desocupación al sector más golpeado de la clase trabajadora: los y las inmigrantes sin papeles. Así alimentaron el cóctel conservador que hoy se expresa en el Tea Party (ver recuadro), que terminó siendo uno de los principales actores de las últimas elecciones.

Una derrota demócrata más que un triunfo republicano

Aunque el triunfo republicano estuvo definitivamente alimentado por el Tea Party, que simbolizó la bronca con el gobierno, la llegada de este movimiento ultraconservador no augura tranquilidad en la bancada republicana.

La carrera electoral estuvo marcada por el desencanto con Washington y la elite política, esto incluye tanto a demócratas como a republicanos. Así lo ven incluso diarios influyentes como el Wall Street Journal, que advertía contra el festejo desmedido de los republicanos: “...es un rechazo a la elite política de ambos partidos que ha perdido contacto con la gente a la que supuestamente deben servir. Según nuestra encuesta, el 51% ahora ve a los demócratas como el partido del “gobierno grande” [gasto público], y casi la misma cantidad ve a los republicanos como el partido de las grandes empresas. Eso no deja ningún partido que represente a los estadounidenses” (1/11). Así alertan los analistas burgueses sobre el descontento de millones, que hoy votaron a los republicanos con un claro mensaje de “voto castigo” a los demócratas y no como apoyo a su programa. Más allá de este “voto castigo”, se puso en cuestión el propio sistema bipartidista.

Té para hoy, internas para mañana

Esto es lo que explica en parte el importante apoyo a muchos candidatos del Tea Party, que enarbolan la bandera “antiestablishment” aunque en clave reaccionaria. Muchos votos que terminaron en estos candidatos expresaron la bronca contra Washington, aunque muestran también un giro conservador, con el telón de fondo de la decadencia del poderío imperialista de Estados Unidos, que atraviesa una de las peores crisis económicas desde 1930. El surgimiento del Tea Party se enmarca en esta crisis de la hegemonía imperialista, y se da como una especie de “reverso” por derecha de las expectativas de una salida reformista de la mano de Obama, que motorizaron la campaña demócrata de 2008.

La llegada del Tea Party a las huestes republicanas muestra ante todo la exigencia de un sector del partido de ir más a derecha, contra el ala más “moderada”. Por eso, el triunfo de los candidatos del Tea Party como Marco Rubio (senador, Florida) o Rand Paul (senador, Kentucky), pronostican choques internos. Estos roces ya se vieron antes de las elecciones: entre quienes apoyaron el crecimiento del Tea Party y quienes, al contrario, veían que esta apuesta podía resultar demasiado costosa para el establishment republicano. Una muestra fue la interna republicana de Delaware donde la ignota Christine O’Donnell (apoyada por Sarah Palin) le ganó al “moderado” Michael Castle (respaldado por el establishment del partido) y terminó sacrificando la posibilidad de ganar una banca en el Senado.

La candidatura y fracaso de Christine O’Donnell grafican de alguna manera la paradoja que representa el Tea Party para los republicanos. Por un lado, significó un impulso para la campaña de la derecha, organizó y canalizó la bronca como se vio en la masiva marcha en Washington; pero, por otro, se ubica bastante más a la derecha que el estadounidense promedio. Aunque engloba muchas “causas” conservadoras, como la oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo o el derecho al aborto y la lucha por la defensa de los “valores americanos” contra los inmigrantes, son muchos los que no comparten el ecléctico programa conservador del Tea Party. Este movimiento sin estructura clara ni dirección oficial suma a segregacionistas, aislacionistas, xenófobos, fundamentalistas cristianos y opositores a la masturbación como O’Donnell, entre otros grupos y organizaciones derechistas.

Escenarios

El escenario postelectoral se ha complicado para el gobierno de Obama, que se verá obligado a buscar muchas más vías de consenso con los republicanos. El mensaje de Obama del 3/11 plagado de “consenso”, “entendimiento” y un aire de “acuse de recibo” del mensaje de decepción frente a la crisis, así parecen demostrarlo. Esto es algo por lo que muchos opositores, demócratas y republicanos, ya venían presionando. A esto se suma el declarado objetivo del probable Vocero de la Cámara de Representantes republicano, John Boehner, de que Obama sea “un presidente de un solo mandato” (en EE.UU. es muy común que los presidente tengan dos mandatos). Muchos republicanos se han propuesto bloquear todas y cada una de las medidas que proponga la Casa Blanca. Boehner dijo también que se dispone a dar marcha atrás en la tibia reforma de Salud y que no habrá compromiso, salvo que Obama “cambie el curso”.

Sin embargo, Boehner no es la única voz de su partido. Ante la variante del bloqueo total, el establishment republicano tiene claro que pagará el costo por una eventual parálisis parlamentaria en las próximas elecciones presidenciales. Por eso, buscará algún tipo de cooperación pero es claro que se encuentran en una mejor situación para poner condiciones.

A este complejo panorama se suman los senadores y diputados de “alta volatilidad” del Tea Party. Muchos de ellos con posiciones ultraconservadoras pueden transformarse en última instancia en una traba también para los republicanos y sus planes electorales para 2012. Es demasiado pronto para saber cuál será la dinámica del nuevo congreso, pero lo que es seguro es que la Casa Blanca ha sumado un nuevo frente interno. Aunque esta derrota no afecte directamente la política externa ciertamente debilita la figura de Obama y abre interrogantes en el plano exterior, donde Estados Unidos sigue muy comprometido en varios escenarios complicados como Irak y en Afganistán, o en la “guerra monetaria” con China (ver La Verdad Obrera Nº 395), por solo mencionar algunos de los problemas más importantes.

Lamentablemente en esta campaña no existió del lado de los trabajadores y la juventud una alternativa para responder a la derecha conservadora.

La juventud, la comunidad latina y afroamericana, las mujeres y trabajadores que apoyaron el “cambio” de Obama vieron chocar sus expectativas contra la verdadera política del gobierno demócrata: salvataje a los bancos y empresas, desocupación y la continuidad de la guerra. Sin alternativa para hacer frente a los despidos, las ejecuciones hipotecarias, la brutalidad policial que continúa (como el asesinato del jornalero guatemalteco Manuel Jamines en California), las deportaciones de inmigrantes (este gobierno ya deportó más gente que Bush), muchos optaron por el “voto castigo” y otros, en su mayoría jóvenes, afroamericanos y latinos, no fueron a votar. Las elecciones han cambiado el tablero político, pero volvieron a poner sobre la mesa la necesidad de construir una alternativa obrera independiente de los dos partidos de la burguesía imperialista.

El Tea Party

El Tea Party es un movimiento populista de derecha que lleva su nombre por la famosa “Revuelta del Té” en Boston a fines del siglo XVIII, cuando se arrojaron al mar cargamentos de té en protesta por el impuesto a la importación de este producto desde Inglaterra. El movimiento actual intenta rescatar ese imaginario usando imágenes y símbolos de la historia de independencia de Estados Unidos.

Aunque no tiene una organización o dirección clara, el movimiento tiene como impulsora y principal oradora a Sarah Palin, ex candidata a vicepresidenta republicana con John McCain. La ex gobernadora de Alaska, republicana de derecha, miembro de la Sociedad Nacional del Rifle (organización de extrema derecha), contraria a la anticoncepción y a la teoría de la evolución, es una de las caras más visibles del Tea Party. Otra figura, orador en el acto de Washington de abril de 2010, es el presentador del canal Fox Glenn Beck, que representa a la derecha cristiana que llama a “una vuelta de la Nación a Dios” y a rezar por los destinos del país con gran peso en el movimiento.

Las primeras apariciones públicas del movimiento se dieron contra el plan de Salud impulsado por el gobierno de Obama, con marchas en diferentes ciudades.

Aunque el Tea Party intenta mostrarse como un movimiento popular, de “gente común” se financia con los aportes de millonarios y empresas, al igual que el partido Demócrata y Republicano. Se calcula que ambos partidos gastaron casi 4.000 millones de dólares en publicidad para estas elecciones. Los principales donantes del Tea Party no son organizaciones locales, sindicatos o “gente común”; son el multimillonario empresario David H. Koch y el “zar” de los medios Rupert Murdoch, propietario de Canal Fox uno de los principales voceros del Tea Party.

La mayoría de las consignas del Tea Party están relacionadas con el “conservadurismo fiscal” y a la interpretación “antiestatal” de la Constitución, esto es, un gobierno mínimo cuyo objetivo debe ser garantizar la libertad individual. En este sentido quieren achicar impuestos y el gasto público –eliminando planes sociales, que ven como un “despilfarro” de los impuestos que paga la gente. Esta ideología es la que genera más simpatía entre los sectores de pequeños empresarios y granjeros (que son franjas enormes en el centro y sur del país). Junto a esto, reúne organizaciones derechistas varias que impulsan causas sociales conservadoras como eliminar el matrimonio entre personas del mismo sexo, el derecho al aborto, a partidarios de la educación religiosa en las escuelas o de instaurar el inglés como idioma oficial como forma de “combatir” la influencia de la comunidad latina e inmigrante, a quienes ven como una amenaza.


¿Qué son las elecciones de “medio término”?

En general, las llamadas elecciones de “medio término” (porque se realizan en la mitad del mandato presidencial) funcionan como una especie de referéndum de la política del gobierno de turno, en este caso los demócratas. En estas elecciones se expresa el apoyo popular del presidente y el estado de ánimo de la población. Cada uno de los 51 estados tiene una cantidad de representantes (diputados) proporcional a su población; el estado más grande California tiene 53 representantes. La Cámara de representantes (equivalente a nuestra Cámara de Diputados) renovó el 100% de sus 435 bancas, mientras que el Senado sólo cambió una parte de sus bancas (37 de 100).

miércoles, 3 de noviembre de 2010

EN LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL: VOTE CRÍTICAMENTE POR INICIATIVA


COMO PRIMER PASO PARA CONSTRUIR UN POTENTE POLO DE INDEPENDENCIA POLÍTICA FRENTE AL GOBIERNO, LOS EMPRESARIOS Y LAS AUTORIDADES UNIVERSITARIAS

VOTE CRÍTICAMENTE POR INICIATIVA

1) Entre el pasado 21 y 22 de octubre se llevaron a cabo las elecciones para el directorio de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR). De manera inédita, en esta primera jornada ningún partido se proclamó como ganador, ya que ninguno alcanzó el 40% necesario para dirigir la federación estudiantil: Progre obtuvo un 33.23%, Iniciativa 30.04%, Juntos 27.29% y Alerta un 9.01%. En estas elecciones quedó patente el giro a la derecha que se vive a nivel nacional y en importantes sectores del estudiantado, tomando expresión en el nacimiento de una “mediación” representada por el partido Progre en la UCR, que si bien es cierto no representa a la derecha clásica (PLN, PUSC) de la casa de estudios superiores; representa tendencias hostiles hacia la movilización de masas, además, favorables hacia la conciliación con las autoridades universitarias (que los han financiado abiertamente en la campaña), el gobierno y los empresarios.

En la primera jornada quedó patente un profundo debilitamiento del MAS (que impulsa Iniciativa) como fuerza electoral en términos porcentuales, ya que pasó de tener poco más de 48.5% de votos en 2009, a alrededor de 30% en esta primera ronda de 2010. Lo anterior puede interpretarse bien como una aparatosa caída de 18%, o cuando menos un agudo retroceso mientras más votos se registren en la contienda electoral; sobretodo tomando en cuenta que lanzaron fusionadamente una especie de frente con Voz Alternativa, el partido universitario impulsado por la JS. Por un escaso 3% nos salvamos de tener una segunda ronda… pero entre Progre y Juntos, que si bien  no repuntó como se esperaba, se mantiene capitalizando por derecha buena parte del descontento con el MAS como dirección de la FEUCR en los últimos seis años.

2) Tal como en la primera vuelta llamamos nuevamente a votar críticamente por Iniciativa, en la perspectiva de cerrar filas unitariamente junto al MAS y la JS para enfrentar a Progre. Esta posición la planteamos porque creemos que Progre es ni más ni menos que la expresión universitaria del partido que votó la Ley Antiterrorista en la Asamblea Legislativa, y que en la Universidad a través de sus funcionarios –como Alberto Cortés- no solo llevaron a la derrota la lucha por presupuesto para las universidades públicas, sino que impulsó la condena desde el Consejo Universitario a los activistas que protagonizaron las ocupaciones de edificios, durante los últimos días de la lucha en defensa del FEES; en una clara orientación política hacia la criminalización de la lucha estudiantil.

Pero el partido Progre no representa solo lo anterior, sino que representa en esencia la política de un Partido nacional (el Frente Amplio) que se ha propuesto el diálogo y la conciliación con el gobierno de Laura Chinchilla y los empresarios que la apadrinan. La mejor muestra son las reuniones que este partido sostuvo inmediatamente después de las elecciones nacionales con la señora Chinchilla, mostrándose dispuestos a “colaborar” con el nuevo gobierno, y saludando “el buen talante” de la Presidenta electa; esto a la vez que la primera presidenta reprimía la lucha de los trabajadores de SINTRAJAP en Limón, e imponía la Minería a Cielo Abierto en Crucitas de San Carlos.

A pesar de todo esto no es esto lo peor, sino que el FA-impulsor central de Progre- fue la agrupación que cargó con la mayor responsabilidad de llevar la lucha contra el TLC a la derrota, en nombre de capitalizar toda la movilización y organización acumulada durante años para fines puramente electorales y de conciliación con las principales fracciones burguesas que forman parte del gobierno.

3) Aunque nosotros por nuestro modesto tamaño no tenemos ninguna responsabilidad por el fortalecimiento de la derecha y lo que podríamos llamar muy genéricamente la “centroizquierda” universitaria (que paradógicamente se mueve en consonancia con la derechización a la que se enfrenta el movimiento de masas), llamamos a votar críticamente a Iniciativa en la segunda vuelta, esencialmente para evitar la victoria de un grupo que representa abiertamente la política de las autoridades universitarias hacia el movimiento estudiantil y de su conciliación con el gobierno.

A pesar de esta postura del llamado al voto crítico por Iniciativa, nos sentimos en la obligación de advertir que en buena medida la política del MAS (y en menor medida la JS), han favorecido no solo el fortalecimiento de la derecha, sino que han oxigenado al FA en distintos momentos dentro de la UCR. Por eso hay que recordar que fue la dirección del MAS quien llamó a votar al FA en las elecciones nacionales de hace apenas 8 meses (en febrero), y tuvo una política de completa conciliación con la Juventud de ese partido (JFA, la columna vertebral de Progre); bajo el supuesto fin de “construir un partido leninista de combate”. (Ver “Llamamos a votar a Frente Amplio y a construir la izquierda clasista.” Enero de 2010. http//:mascostarica.org). Pero no solo la dirección del MAS tuvo esta política, sino que los propios “dirigentes” de la JS llegaron a lamentarse de “no haber hecho campaña con más fuerza por ‘chema [José María Villalta]’” (Ver Prensa Socialista N° 96), Diputado Nacional del FA y uno de los principales inspiradores del grupo de “Progresistas” que ahora están a punto de ganar la dirección de la FEUCR.

Realmente era muy difícil esperar que con tantas contradicciones y semejante política, no saliera fortalecido el FA dentro de la Universidad.

4) Creemos que el hecho de que el MAS haya salido derrotado en la primera vuelta electoral obedece (además de la derechización que configura el teatro de la lucha de clases nacional) a una política burocrática, sectaria y oportunista; que en distintos momentos se dirigió a hacer ver al MAS y a la FEUCR como una fuerza política moderada frente a las autoridades. A esto responde esencialmente la tardanza con que fue asumida la lucha por presupuesto universitario, y la incapacidad durante meses, de vincular la lucha en defensa de la Autonomía con la necesidad de conquistar un FEES justo para las cuatro universidades estatales.

5) Aunque somos concientes de la existencia de profundas diferencias políticas, creemos que podemos golpear unificadamente junto al MAS y su dirección, aunque no participemos en Iniciativa, señalando todas las críticas que tenemos abiertamente. En ese sentido no solo llamamos a votar críticamente por su frente, sino que los llamamos a formar desde el primer día después de las elecciones un potente polo de independencia política frente a las autoridades, el gobierno nacional y los empresarios. Llamamos a los compañeros de la dirección del MAS a que en vez de profundizar la “táctica” de conciliación con el FA, impulsemos juntos este gran polo de independencia política. Este polo de lucha y organización, que pensamos debe ser integrado por Alerta, las distintas organizaciones obreras y socialistas de la UCR (PRT, PSOCA, POS), así como por las decenas de activistas independientes; sin duda nos pondrá a todos y todas en mejores condiciones de enfrentar la nueva fase de la crisis capitalista mundial que se avecina; y que sin duda se traducirá en recortes de becas, salarios y ataques directos en contra de los trabajadores.

Liga de la Revolución Socialista