martes, 2 de septiembre de 2008

Primeras notas en torno a la asamblea de los “Empresarios por Costa Rica” y los “Comités Patrióticos” del sábado 30 de agosto

Johanán León

La asamblea de los patrones y la política de conciliación de clases.
El día 30 de agosto se llevó a cabo en el comedor de la Universidad de Costa Rica una asamblea que pretendía coordinar acciones para luchar contra “la carestía, la corrupción y la crisis”. Para entender la esterilidad de esta supuesta asamblea -que no reunió a más de 40 personas-, bastaba ver que quienes estaban convocándola no eran más que la patronal “patriótica” (Empresarios por Costa Rica) y algunos de sus partidos como el PAC, el Frente Socialdemócrata, además del reformista Frente Amplio. Esta convocatoria demostró cómo desde ya la burguesía y sus más fieles cómplices se preparan no precisamente para luchar contra la crisis capitalista, sino para desviar cualquier posible fenómeno de radicalización de masas, o actuar como freno en las luchas que se podrían desencadenar en el próximo período.
Ese día repartimos un volante1 cuyo objetivo era buscar el diálogo político con el conjunto de trabajadores (que pudieran asistir) y compañeros de las demás agrupaciones de izquierda sobre el carácter de ésta actividad, es decir, una actividad tutelada por los patrones. Sin embargo, fue sumamente preocupante ver la actitud que los compañeros mostraron. No es para menos, pues a lo interno de la asamblea se generaron algunas diferencias entre los asistentes (uno que otro representante de comités patrióticos y la “burguesía patriótica”, y las organizaciones “trotskistas”), lo que provocó que estos últimos compañeros se retiraran momentáneamente; pero lejos de que esto ocurriera por una cuestión de principios o por la necesidad de resguardar en los hechos una “total independencia de clase”, se dio simplemente por una diferencia metodológica como el tema del uso de la palabra y el orden de la agenda, en otras palabras, de darse un ambiente “más democrático” en la discusión de la agenda por ejemplo, como reclamaban estos compañeros “trotskistas” del PRT, PST y MAS, se hubiera concretado su disposición a servir de apéndice de la burguesía allí representada, atando de pies y manos a los trabajadores incluso antes de iniciar la lucha contra la crisis.

Es necesario forjar un potente polo de independencia de clase para afrontar la crisis sin necesidad de andar a rastras de la burguesía patriótica.
Históricamente, la experiencia de lucha de la clase obrera ha demostrado que practicar la conciliación de clases con la burguesía y subordinarse a su política solamente deviene en grandes derrotas para los trabajadores, pues los patrones harán hasta lo imposible por atarlos de manos en todas las acciones que necesiten llevar adelante para hacer frente a la crisis, a la carestía de vida, a los despidos, etc.
A pesar de lo sucedido (donde algunos compañeros manifestaron abiertamente su abandono al principio de independencia de clase ante la patronal y no tuvieron problemas para reunirse en la asamblea convocada por los empresarios “patrióticos”), pero en tono fraternal, le decimos a los compañeros del PRT, PST, MAS y demás organizaciones que se reivindican de la izquierda obrera y socialista, que hoy más que nunca debemos mantener la más completa disposición para organizar en conjunto un verdadero encuentro, convocado seriamente y que prepare de forma consecuente la lucha ante el alza de los precios y la crisis capitalista que los empresarios ya están comenzando a descargar sobre los trabajadores y el pueblo pobre. Esto es ahora más que nunca urgente, pues de lo contrario quienes capitalizarán cualquier posible lucha serán nuevamente los organizadores de derrotas como Eugenio Trejos, Rolando Araya, Ottón Solís, José Merino, entre otros; no para llevarla adelante para el bienestar de los explotados, sino para aplastar las iniciativas de lucha de los trabajadores y subordinar las necesidades a intereses electorales para el 2010. Las bases de este encuentro de forma inicial pueden ser los sectores donde los compañeros de las distintas agrupaciones obreras y socialistas dicen tener influencia (PST, con su tendencia Reflexión Docente en APSE o con la JS en la UCR; el PRT con su presencia política en la CGT, el SISS, APSE, secundaria y UCR; o el MAS que controla la FEUCR) vinculando directamente en la convocatoria a las demás organizaciones de trabajadores del ICE (SITET, FIT, ANTTEC), el magisterio (APSE, ANDE y SEC), los trabajadores del sector privado, y todos aquellos miembros de comités patrióticos y organizaciones sociales y políticas que estén dispuestos a librar una verdadera lucha contra los empresarios; esto quiere decir primando los intereses de los trabajadores y la dirección de estos, no la de los explotadores y sus agentes, sean “aristas” o “patrióticos”.
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Nota: en la foto aparece el Comedor Universitario de la UCR con poco menos de 40 personas como asistencia. Esta cantidad es desproporcionada abismalmente, tomando en cuenta que los "frentes de lucha responsables" en la convocatoria eran: "1) Comités Patrióticos, 2) Empresarios por Costa Rica, 3) Frente Municipal, 4) Magisterio Nacional, 5) Medios de Comunicación (No TLC), 6) Movimiento Autóctono, 7) Movimiento Campesino, 8) Movimiento Comunal, 9) Movimiento Cooperativo, 10) Movimiento Cultura, 11) Movimiento Diversidad, 12) Movimiento Ecologista, 13) Movimiento Estudiantil, 14) Movimiento Femenino, 15) Movimiento Religioso, 16) Movimiento Sindical, 17) Organizaciones No Gubernamentales, 18) Partidos Políticos (No TLC)". Definitivamente el fracaso de semejante actividad, demuestra la debacle de sus convocantes y su política: Eugenio Trejos, Rolando Araya, el Frente Amplio, y por supuesto de los "Empresarios Patrióticos", que desde ya muestran una gran desesperación, tanto por que no logran acumular una base social significativa en la perspectiva de las elecciones del 2010; así como por el hecho de que aún no logran posicionarse como una fuerza importante para actuar como freno y desvío en las luchas que podrían desarrollarse conforme se agudice la crisis en el próximo período.